A partir del próximo lunes, los gremios de Gendarmería iniciarán un paro de funciones luego que fracasaran las negociaciones que mantenían con el Gobierno, las cuales eran encabezadas por el subsecretario de Justicia, Juan José Ossa, y el director de la institución, Christian Alvial.

En el petitorio de los funcionarios, figuraban requerimientos como la ampliación de la carrera funcionaria, mayor dotación de personal, mejoras en la escala de ascensos y construcción de nuevas cárceles.

Cabe recordar que las tratativas se iniciaron hace ya varios meses. De hecho, en junio pasado los gendarmes estuvieron a punto de paralizar su trabajo, pero la intervención oportuna del ministro de Justicia, Hernán Larraín, logró trabar la situación pactando un acuerdo con las organizaciones que componen Gendarmería.

Sin embargo, la mesa de trabajo correspondiente que debía entregar sus conclusiones en un plazo de 90 días, no obtuvo buenos resultados lo que gatilló en la salida de la entonces directora de la institución, Claudia Bendeck.

Las negociaciones fueron retomadas por la nueva autoridad a cargo del organismo, pero el conflicto persistió tal como quedó demostrado con la decisión recién tomada por los funcionarios.