Fueron más de 600 funcionarios de Gendarmería, apoyados por 27 perros detectores de drogas, los que llevaron a cabo un allanamiento completo a la ex Penitenciaría de Santiago. Una operación inédita en los últimos nueve años y que tuvo como fin requisar elementos prohibidos para la población penal.
Apoyados por cámaras especiales, Gendarmería lograba dar con los lugares más recónditos de esta prisión.
Estoques de todo tipo, drogas, celulares y chips, alcohol artesanal, incluso un chaleco anti-estoques fabricado a base de biblias y una cocinilla, fueron parte de las cosas que se lograron encontrar.
Trece galerías, igual número de calles y los módulos formaron parte del operativo. Se presume que en estos lugares habitan más de cuatro mil reos, los que debieron esperar en los gimnasios a que terminara la revisión.
El operativo comenzó cuando el teniente de Gendarmería,Walter Martínez, fue descubierto el domingo pasado intentando entrar a un civil que llevaba drogas, celulares, alcohol y películas. Ambos imputados se encuentran actualmente en prisión preventiva.
