El intendente de la región de Atacama, Miguel Vargas, comprometió un bono de enseres que alcanzaría el millón de pesos para los damnificados por las lluvias en la zona norte del país.
Según un catastro preliminar, al menos 3.400 viviendas resultaron con daños tras el paso del agua y el barro, por lo que la prioridad para los municipios locales es la limpieza de calles y casas, así como la reposición de servicios básicos.
"Los catastros estarán esta semana, porque queremos comenzar a entregar estos bonos la semana siguiente. Como Gobierno estamos dispuestos a rediseñar proyectos habitacionales en lugares seguros para que la gente no siga teniendo estos problemas, pero esto supone tener su complicidad", sostuvo el intendente Miguel Vargas.
Hasta el momento, un 40% de la población se mantiene abasteciendo de agua potable gracias a camiones aljibes y estanques de emergencia.
Para apresurar la ayuda en la zona, la Asociación de Alcaldes de Atacama, liderada por el edil de Tierra Amarilla Osvaldo Delgado, llamó al respaldo de la Asociación Chilena de Municipalidades con el objetivo de visualizar la emergencia y responder ante supuestos intentos del Gobierno por bajarle el perfil a la situación.