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Jesuitas aclaran denuncias contra sacerdote de la orden

A través de un comunicado, la Congregación se refirió a la acusación contra el sacerdote Eugenio Valenzuela.

Fernando Jimenez

Viernes 24 de enero de 2014

La Compañía de Jesús dio a conocer un comunicado en el que informaban sobre una denuncia contra el padre Eugenio Valenzuela, quien se desempeñara como Provincial de la Orden durante 2008-2013 por “hechos vinculados al ejercicio del ministerio sacerdotal”, aclarando que éstos “no afectarían a menores de edad”.

En el escrito aclaran que las primeras denuncias fueron conocidas a fines del 2010 y principios del 2011, la cuales se refieren a hechos ocurridos entre 1995 y 1998. “Siguiendo la normativa eclesiástica, se recabó información al respecto, concluyéndose que los hechos denunciados no eran constitutivos de delitos eclesiásticos”, indican.

Además, con posterioridad, a comienzos de 2013, fueron dados a conocer “nuevos antecedentes”. Ante ello, la Orden optó por  dar “plenas garantías de objetividad” y se determinó a fines de abril “adelantar el cambio de Provincial”. De este modo, se inicia una investigación previa, bajo la responsabilidad de la nueva autoridad, lo que se concreta el 1 de octubre, un día después de asumir el nuevo Provincial.

Ya en noviembre pasado se cierra la investigación “no encontrándose que las conductas denunciadas fueran constitutivas de delito eclesiástico.” Sin embargo, algunas de esas conductas fueron consideradas “imprudentes” en el ejercicio del ministerio sacerdotal, por lo que el Provincial dispone la aplicación de medidas disciplinarias de restricción ministerial.

Pero no es hasta diciembre de 2013 cuando se conoce una nueva denuncia presentada a la Congregación.

“Actuando de acuerdo a la normativa vigente, el Provincial determinó la apertura inmediata de una nueva investigación previa, imponiéndole desde esa fecha al Padre Valenzuela, la restricción total del ejercicio público del ministerio sacerdotal”, se señala en el comunicado en Iglesia.cl.

“La Congregación para la Doctrina de la Fe se comunicó en estos días con el Superior General de la Compañía de Jesús, para informarle que ha tomado conocimiento de la denuncia y de los pasos a seguir”, se añade.

“La Compañía de Jesús reconoce el pleno derecho que, tanto los denunciantes como quien ha sido denunciado, tienen en buscar la verdad y la justicia”, agregan.

Sobre esta situación, el P. Eugenio Valenzuela ha entregado la siguiente Declaración:

"Ante algunas denuncias en mi contra, a las que se refiere la declaración emitida por la Compañía de Jesús, quiero puntualizar algunos aspectos de mi vida sacerdotal y religiosa como jesuita.

He dedicado mi vida a servir a la Iglesia como Jesuita. Estos últimos años he servido como Superior Provincial de la Compañía de Jesús en Chile. He procurado servir con generosidad teniendo delante especialmente a los excluidos de nuestro país.

Me he entregado y he buscado el bien de aquellas personas que me ha tocado acompañar en su vida. He procurado ayudar a crecer tanto humana como religiosamente a muchos, facilitar que se encuentren con Dios en verdad y libertad. Confío en que, con la ayuda de Dios, algo he aportado al bien de las personas, de la Iglesia y de nuestro país poniendo mis cualidades y mi formación a su servicio.

En estos servicios, sin duda han aparecido mis limitaciones y deficiencias, y comprendo que algunos puedan haber experimentado decepción por estas falencias. He procurado actuar con recta intención y transparencia, y reitero mi inocencia. Así como puedo reconocer que he cometido errores y humildemente pido perdón por ellos, quiero afirmar que no he cometido delito alguno. Así como me duelen mis errores, me produce dolor que ellos hayan producido y produzcan dolor a otros.

Si bien me he sometido a investigaciones anteriores que han confirmado la inexistencia de delitos, asumo como me corresponde al proceso al que la Iglesia me somete. Estoy dispuesto a colaborar en todo lo necesario de modo que se haga verdad y justicia en estos puntos. Creo que eso será reparador tanto para los denunciantes como para mí.

Confío en que Dios es mayor que todos nuestros errores y sabrá sanar nuestras heridas y renovar nuestra esperanza".