A través de un comunicado, la Compañía de Jesús se refirió este jueves a las nuevas denuncias presentadas por abuso sexual a menores en contra el sacerdote Jaime Guzmán, hechos que ocurrieron en 1994.
El documento detalla que el Provincial de la Compañía de Jesús en Chile, Cristián del Campo, decretó el cierre de la investigación el 25 de mayo y envió al P. General de la Compañía de Jesús todos los antecedentes recopilados por el abogado Waldo Bown, para que éstos sean remitidos a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el órgano eclesiástico competente para juzgar los casos de denuncias por abuso de menores.
"En la actualidad, Guzmán cumple una sanción canónica por abuso contra menores impuesta en 2012, que conlleva la prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal y del contacto con menores", precisó el documento.
Ante la crisis que existe en la Iglesia Católica, la Compañía de Jesús informó de otros dos miembros de la Congregación que, en años anteriores, se les impuso una sanción canónica. Uno de ellos es Raúl González, denunciado por un ex alumno de la Escuela San Ignacio de Valparaíso, por hechos de abuso sexual ocurrido en 1999, cuando él era menor de edad.
Asimismo, la congregación nombró a Juan Pablo Cárcamo, quien fue denunciado en julio de 2016 por abuso de conciencia y transgresión en el ámbito sexual a una mujer adulta, en el marco de un retiro espiritual.
"Como Compañía de Jesús estamos comprometidos en avanzar en nuestros procedimientos de acogida, cuidado y prevención, así como en todo aquello que permita una mayor transparencia y diligencia para enfrentar cualquier situación abusiva. Asimismo, buscaremos poner todos los medios de justicia y reparación que contribuyan a sanar el daño del abuso a las personas afectadas. Confiamos en el trabajo que está realizando la Comisión independiente creada en marzo de 2018, con el fin de conocer en profundidad todo lo que sea necesario cambiar para que el drama del abuso no se vuelva a repetir", concluyeron.