Hace exactamente un año, en medio de una pequeña protesta estudiantil, Anyelo Estrada resultó herido cuando el gendarme Jorge Retamales sacó su arma de servicio y disparó al aire para dispersar a los manifestantes, hiriendo por impacto de bala en la cabeza al joven.
Ese fatídico 9 de octubre del 2012 cambió la vida del estudiante de cuarto año de Educación Física. Actualmente Estrada permanece en estado vegetal y conectado a un ventilador mecánico en la Clínica Tabancura, en la comuna de Vitacura.
A sus 22 años, los anhelos de Anyelo quedaron en nada y sus padres aún califican como imprudente el actuar del funcionario de Gendarmería que, desafortundamente, dejó a su hijo postrado.
"Es negligencia disparar en una parte tan céntrica, donde hay metro, departamento, una calle angosta. Creo que él (el gendarme) no pensó en las consecuencias que podrían venir después", explicó la madre del joven.
Pese al dolor de ver su hijo en estado vegetal, los padres de Anyelo manifestaron que no sienten rencor contra Retamales y que lo perdonaron "de corazón".
Jorge Retamal se encuentra estos días esperando la decisión de la justicia con la medida cautelar de firma quincenal. Arriesga hasta tres años de cárcel.