Pan crujiente y recién salido del horno a precio popular. Eso es lo que ofrece la primera panadería comunal del país que se encuentra en Antofagasta.
Una iniciativa que nació en el campamento Los Arenales, y que tiene entre sus filas a mujeres peruanas, colombianas y ecuatorianas, entre otras nacionalidades. El proyecto busca crear nuevos empleos y entregar un servicio a la comunidad.
Ellas están felices con el proyecto, ya que les ofrece trabajo y les da la posibilidad de demostrar sus destrezas culinarias.
La idea nació con el propósito de vender pan a bajo costo para los pobladores locales.