Producto de su constante intervención urbana, el Río Mapocho está desapareciendo en alguna comunas de la capital.
Si hace 30 años Santiago debía enfrentar el gran torrente que tanto amenazaba las calles, hoy el caudal apenas recoge los desechos que se encuentran en sus alrededores.
Las obras viales de la Región Metropolitana obligaron a enterrar sus aguas, terminando con una tradición que en otros países se mantiene, pues la historia del Mapocho es el elemento fundacional del gran Santiago.
"Fue el conductor de la gran ciudad", señala la arquitecta Constanza Sateler, quien agrega además que el río debiese ser el foco del avance y las construcciones a futuro.
Debido a la situación, expertos y urbanistas buscan reivindicar su caudal y revertir el panorama. Mientras que ya se puede navegar en uno de sus tramos en el parque Renato Poblete, ubicado en la comuna de Quinta Normal, se espera que en sus alrededores se habilite un sector para el trote y una ciclovía y se termine con el desangrado del Mapocho.