Este lunes comenzó a regir la ley del etiquetado, lo que ha implicado que los kioskos de los colegios hayan cambiado su stock para ofrecer productos saludables.
Debido a que estos alimentos son más caros que las golosinas, los padres han optado por enviar colaciones caseras a sus hijos.
Se trata de un cambio de hábito que lentamente ha ido ganando terreno y, aunque algunos prefieren seguir comprando alimentos menos saludables fuera de su establecimiento, varios aceptan esta nueva forma de comer en los recreos.
Revisa el informe completo en 24 Horas Central.