Click acá para ir directamente al contenido

Maternidad subrogada: joven tuvo al hijo de su mejor amiga para cumplir su sueño

Luego de que operaran a Carolina para extirparle un tumor, donde también le quitaron el útero y los ovarios, Sol le propuso prestarle su vientre para que pudiera concretar el sueño de ser madre.

24Horas.cl Tvn

Jueves 29 de julio de 2021

El Código Civil establece que la identidad se determina legalmente en el parto y los recién nacidos deben llevar el apellido materno de quien lo tuvo en el vientre. Sin embargo, dos amigas ganaron una batalla judicial y lograron que la mamá fuera la que lo ha criado durante los últimos cinco años y no quien lo gestó.

Sol Araya es actriz y escritora. En su adolescencia, cuando tenía 14 años, conoció a Carolina en el primer día de clases de primero medio. Ambas venían de familias de pocos recursos, lo que ella indica que las unió para siempre.

 

Las amigas del alma e inseparables salían juntas cada verano. A los 23 años, y sin ninguna planificación, Sol tuvo a su primera hija. Mientras, Carolina conoció a Mario y se casaron. Cuando estaban intentando tener hijos, a ella le dio un cáncer al colon. Mientras estuvo hospitalizada, Sol la acompañó todas las noches sentada en una silla.

 

Meses más tarde, a Carolina la operaron para extirparle el tumor. También le quitaron el útero y los ovarios.

Al ver que su amiga intentó adoptar sin éxito, Sol le propuso prestarle su vientre para que pudiera concretar el sueño de ser madre. Averiguando, y tras recorrer varias clínicas en Santiago, encontraron una en donde les dieron la opción de conseguir un óvulo donado y fecundarlo con el espermio del marido de Carolina.

 

"Mucha gente puede decir 'oye, tremendo favor que le hiciste a tu amiga', pero no saben lo que ha hecho por mí. Me ha salvado la vida todas estas veces", explicó la actriz.

Se preparó unos meses con vitaminas y hormonas para la transferencia embrionaria. "Fuimos. Me meten a un pabellón y entro con la Carola obviamente, todo el tiempo de la mano. Viene una persona, como un astronauta con una jeringa. En la punta había un brillito. Era el bebé, pero un brillito muy chiquitito. Esto se ve por la pantalla, por el ecógrafo", relató Sol.

 

Días después confirmaron el embarazo. La mujer sostuvo que "mi pensamiento fue así: yo estoy siendo una puerta de entrada a este mundo para que este bebé se encuentre con su mamá y su papá, que le han deseado por años y no han podido tenerlo".

Pero en Chile la ley establece que el padre y la madre del hijo concebido con técnicas de reproducción asistida son el hombre y la mujer que se sometieron a ese tratamiento. Carolina, a pesar de haber cuidado estos cinco años al niño, no tenía ningún derecho ni obligación con él.

Basándose en tratados, la abogada feminista Daniela López logró impugnar la filiación de Sol. La defensora explicó que "demuestra que existe la posibilidad de tener una gestación subrogada para cumplir el deseo de otra personas".