"Respecto a la situación de esta joven es una causal de por qué se está legislando sobre la interrupción del embarazo por tres causales específica".
Con estas palabras la ministra de Salud, Carmen Castillo, se refirió a la denuncia contra una joven en Calama que se realizó un aborto.
Según la titular, la confidencialidad entre el paciente y médico debe ser respetada. "En este momento, hay una colusión con esto legal que efectuó el médico con indicaciones precisas respecto a la Ley de Deberes y Derechos de la confidencialidad", dijo.
"Nosotros como ministerio estamos reforzando la confidencialidad por sobre la denuncia", enfatizando que estas instrucciones están presentes en la cartera desde el 2009.
De esta forma, la titular reforzó las declaraciones del subsecretario Jaime Burrows, quien pidió a los médicos a que "no se conviertan en agente de interrogatorio a esas mujeres, porque lo único que hacen es disminuir la calidad de la atención",
Burrows: médicos no deben ser "agentes de interrogatorio" de mujeres que abortan
Asimismo, agregó que la normativa actual "existe y está reforzada por documentación del Ministerio para guardar la confidencialidad, cuando asiste alguien a requerir atención", señaló.
La joven llegó con sangramiento vaginal profuso y dolor abdominal al Hospital Carlos Cisternas de Calama, donde fue atendida por el ginecólogo de turno.
Tras esto, fue detenida luego de que el médico realizara una denuncia a Carabineros cuando encontró restos de Misotrol en su cuerpo.