El ex director del Servicio Médico Legal (SML), Patricio Bustos, fue citado a declarar en calidad de imputado por el fiscal Marcos Emilfork. Esto en el marco de la investigación sobre la muerte de Lissette Villa (11) al interior del centro Galvarino, colaborador del Sename, durante abril de 2016.
El motivo, según información de La Segunda, es una posible "revelación de secreto" cometida por el médico de profesión. De acuerdo a los detalles conocidos, la mañana siguiente a la muerte de la niña, y en paralelo a la realización de la autopsia de rigor en dependencias del SML, se dirigió hasta el Ministerio de Justicia para entrevistarse con la entonces encargada de la cartera, Javiera Blanco.
El hecho habría significado una transgresión legal ya que según la Ley Orgánica del SML y el Código Procesal Penal, este tipo de organismos auxiliares de justicia tienen la obligación de guardar secreto en este tipo de situaciones.
Pese a lo anterior, existe la posibilidad de que Bustos, quien actualmente se desempeña como director nacional del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), no hay incurrido en una falta ya que el impedimento legal es aplicado sólo a fiscales y jueces, no a las autoridades de turno del ministerio.
DECLARACIÓN DE BLANCO
La ex ministra Blanco declaró en junio pasado ante la fiscalía por este caso, y en la oportunidad confirmó la reunión entre ambos el día siguiente al fallecimiento de la niña.
El Ministerio Público acreditó que Bustos llevó en la oportunidad ante Blanco antecedentes sobre el deceso que serían ocupados más tarde en el peritaje. Además, la ex secretaria de Estado admitió en su comparecencia que conversaron sobre los medicamentos que se le estaban administrado a Lissette.
De esta manera, y mediante información proporcionada por el Ministerio de Justicia, la Fiscalía constató que ambas autoridades sostuvieron repetidas reuniones tras la muerte de la menor.