La pugna entre Carabineros y el Ministerio Público amenaza con poner en tela de juicio el resultado de investigaciones que están en curso y también de futuras indagatorias. Las sospechas sobre eventuales pruebas falsas se considera de la máxima gravedad por parte de especialistas en el proceso penal.
"La decisión de no perseverar, es decir, 'no seguiré investigando porque lo que tengo en mis manos es prueba falsa', es de una envergadura enorme. Esto tiene sanciones penales, es un delito muy grave", opina el ex ministro del Interior, Jorge Burgos.
Por su parte, el abogado penalista Juan Pablo Hermosilla, se cuestiona que "si esto pasó en una causa tan importante, ¿qué pasará en las causas más chicas? Esto es intolerable".
Lo cierto es que el antecedente de una presunta introducción de armamento desde Argentina, que motivó incluso un viaje del subsecretario del Interior, no ha sido comprobada, ya que las armas y la munición nunca habrían existido.
Otra causa bajo sospecha es la supuesta filtración desde la ANI y el Ministerio Público al líder de la CAM, Héctor Llaitul, sobre futuros operativos y detenciones. Antecedentes que también fueron obtenidos por la Dipolcar de Carabineros.