Valparaíso está invadida por grafitis, pinturas o pegatinas.
Por eso el municipio dijo basta, ya que cada año desembolsa cerca de 200 millones de pesos sólo en reposición de fachada.
Desde la semana pasada una ordenanza castiga a quienes sean pillados in fraganti realizando rayados.
La multa es de cinco UTM, es decir, unos 200 mil pesos. Si son menores de edad, los padres deben hacerse cargo del pago.
Esta medida ya es blanco de críticas de artistas callejeros, quienes aseguran que no se distingue entre una intervención estética de algo que es sólo daño.