Tres horas conversó el Papa Francisco con las máximas autoridades del Episcopado nacional este lunes en El Vaticano.
La audiencia, que fue solicitada por la Conferencia Episcopal de Chile, se desarrolló durante una hora en el Palacio Apostólico Vaticano y el diálogo giró en torno a la situación que vive la Iglesia Católica en Chile.
Según informó la Conferencia Episcopal, se encontraron con el Pontífice los obispos Santiago Silva, presidente de la CECh; René Rebolledo, vicepresidente; Fernando Ramos, secretario general; cardenal Ricardo Ezzati y Juan Ignacio González.
Antes de ingresar al encuentro, el obispo Fernando Ramos, secretario general de la CECh, expresó a la prensa que "siempre es un motivo de satisfacción podernos encontrar con el sucesor de Pedro y manifestarle nuestra cooperación y ánimo de comunión con él".
Ramos reiteró que el objetivo del encuentro es compartir al Papa cuál ha sido la evolución de la situación que vive la Iglesia en Chile durante el último año y las perspectivas a futuro.
Diálogo continuó en el Almuerzo
El Papa, interesado por seguir profundizando en los temas del encuentro, invitó a almorzar a los obispos chilenos, por lo que el diálogo continuó posteriormente durante el almuerzo, durante otras dos horas en la casa Santa Marta.
"Fue un diálogo muy fraterno, muy fecundo y muy interesante", señaló el secretario general de la Conferencia Episcopal, obispo Fernando Ramos.
"Hicimos un repaso, junto con el Papa, de los acontecimientos de importancia en la Iglesia chilena del último año. Fue un diálogo bastante preciso y lúcido, con aportes del Papa muy importantes. Después le expusimos el camino que estamos siguiendo para este año y el próximo de discernimiento eclesial, para concluir el año 2020 con una asamblea eclesial. El Papa nos hizo varias sugerencias bastante interesantes que notan una preocupación y un cariño muy grande por la Iglesia chilena", agregó Ramos.
El obispo Ramos manifestó que el Papa Francisco recordó con mucho cariño su experiencia de noviciado en Chile los años Sesenta y cómo eso lo había ayudado muchísimo para su ministerio, primero como padre jesuita y luego como Papa.