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Indultada y libre

Gabriela Blas cumplió cinco años de cárcel por la muerte de su hijo. El presidente Piñera confirmó su indulto el pasado 31 de mayo.

Javiera Salinas

Sábado 9 de junio de 2012

Luego de casi cinco años de cárcel, la pastora aymara Gabriela Blas dijo adiós a la cárcel de Alta Seguridad de Acha. Pasadas las 09.00 horas la mujer dejó las dependencias donde cumplía condena por el abandono con consecuencia de muerte de su hijo en 2007.

El pasado 31 de mayo, el presidente Sebastián Piñera confirmó el indulto que rebajó su condena de 12 años a seis. La medida se hizo efectiva hoy, luego de una serie de trámites administrativos y por la petición de la defensa de Blas de obtener un indulto general.

Después de despedirse de sus compañeras y personal de Gendarmería, la pastora fue recibida por autoridades y sus familiares, con quienes visitó el cementerio donde están los restos de su hijo.

El caso de Gabriela Blas se remonta al año 2007, cuando pastoreaba llamas y ovejas en la comuna de General Lagos, en la región de Arica y Parinacota. Allí dejó a su niño de tres años y 11 meses mientras buscaba uno de los animales que se había alejado del grupo. Cuando volvió, el pequeño había desaparecido y el cuerpo apareció en diciembre de 2008.

La mujer dio aviso a Carabineros y fue puesta en prisión preventiva por tres años hasta que fue condenada, en 2010, a doce años de cárcel.