Desde la mañana de este lunes, pescadores artesanales se estaban manifestando en distintos puntos de la región del Biobío, con pequeñas barricadas que cortaron el tránsito en las comunas de Lota y Coronel.
Pero ya entrada la noche, en la zona de Tomé, se radicalizaron las movilizaciones y cerraron el acceso a la comuna en la zona de la cuesta Caracoles.
La protesta de los pescadores artesanales estaría motivada por el no pago de un bono prometido por el Gobierno, el cual tenía como fin superar la crisis de recursos pesqueros que afecta a la región.
En entrevista con radio Bío Bío, la alcadesa de Tomé, Ivonne Rivas, expresó que se les debe una suma de 270 mil pesos, el primero de tres pagos, que tendría que haberse saldado el pasado 30 de mayo.
Pero la furia de los dirigentes se exacerbó, cuando se les comunicó durante la jornada de este lunes, que dicho beneficio no regía para todos los trabajadores.
La alcaldesa Rivas, afirmó que dichos dineros fueron aprobados en el Consejo Regional, por lo que aún no se explica cuál es la razón de la deuda.
La manifestación, según reportes desde la zona, generó un extenso embotellamiento.