Más de mil familias se encuentran en una compleja paradoja.Con el inicio del invierno su preocupación aumenta porque Un Techo Para Chileaún no entrega las llaves de sus nuevas viviendas, lo que permitiría dejaratrás los campamentos.
Así manifestó su molestia al vespertino La Segunda ladirigente de la Villa Esperanza de Conchalí, Viviana Molina. “Hoy comienza elinvierno y a nosotros todavía no nos entregan las casas (…) Hace un año y medionos trasladaron hasta acá para levantar las viviendas definitivas, lasconstrucciones ya están listas y todavía no podemos ocuparlas”, afirmó.
Ante esta situación, el Gobierno hizo su alegato a fundaciónque, en alguno de los casos, no se han iniciado las obras.
Sin embargo, el pasado mes de Mayo, Un Techo para Chile fuemultado por entregar viviendas sin autorización del Serviu y no se acreditó larecepción de las obras.
Ante esto, la Seremi de Vivienda afirmó que sí se pueden ira vivir a las casas que no han sido entregadas, pero que antes de ello se debenrevisar que estén en buenas condiciones para evitar problemas a futuro.
“No tiene que haber ninguna duda de que las familias puedenirse a vivir a las viviendas nuevas y que no van a tener ningún inconveniente.Nosotros entendemos cuál es la premura de las familias, pero también tenemosque asumir la responsabilidad de que lo que se está entregando está en buenascondiciones”, dijo Rojas.
Sobre el atraso que vive Un Techo para Chile, el directorejecutivo de la institución Javier Zulueta afirmó que de las 22 villas que seencuentran cuestionadas, 14 están en plazo, una está entregada y cinco de ellaspresentan atraso.