Tras su paso por la Corte de Apelaciones, donde se demoró más de lo normal en su procedimiento, Rafael Garay tuvo una rápida pero intensa salida del edificio en su rumbo al Centro de Justicia.
Como cualquier otro ciudadano, Garay dejó el local con el chaleco amarillo de imputado y las manos esposadas, con expresión tranquila y sin mirar al numeroso público presente, bloqueado por un numeroso contingente de Fuerzas Especiales y escoltado por gendarmes.
En su breve recorrido de salida hacia el vehículo de Gendarmería, por el cual estuvo en la calle por unos segundos, varias personas afuera le gritaron insultos y arrojaron objetos como monedas y botellas en su dirección. Cabe recordar que, en su ingreso, Garay también fue recibido con gran hostilidad por parte de las personas afuera del edificio.
Tras su salida del recinto, Garay fue encaminado al Centro de Justicia, donde se leerán los cargos en su contra. Allí, además, el abogado del ingeniero imputado por estafas reiteradas buscará lograr la libertad de su cliente, alegando falta de evidencias en su contra.