Desde el anexo Capitán Yaber en la cárcel de Santiago Uno, el economista Rafael Garay concedió una entrevista a la revista Sábado de El Mercurio y que fue adelantada por Emol, para repasar lo que ha sido su estadía tras las rejas y reflexionar sobre los delitos que cometió, los cuales lo llevaron a intentar escapar de la justicia en Europa e incluso fingir que padecía un cáncer.
El ingeniero comercial comienza afirmando categóricamente que se considera un "adicto" al alcohol. En ese marco, afirma que en varias oportunidades gastó altas cifras de dinero en aquello, junto a amigos y cercanos. Estas situaciones se desarrollaban en paralelo a su exitosa vida laboral y a las constantes apariciones en televisión que tuvo hace pocos años.
Garay también se refirió a las intenciones de suicidio que ha experimentado a lo largo de su vida, las cuales se vieron acentuadas en 2011, cuando murió su mejor amigo: "Eso me liquidó. En abril de ese año me intenté quitar la vida con gas más clonazepam. Una vecina se dio cuenta. Sellé los bordes de la puerta de la cocina. Después tuve otro episodio, el día que se me ocurrió la estupidez, la mentira asquerosa de decir que estaba enfermo (tumor cerebral). Puse en mi Facebook que estaba enfermo y me puse una sobredosis de insulina, que debería haber sido mortal".
Otro de los temas que tocó Garay fueron las estafas que cometió a inversionistas enfatizando que siempre tuvo la intención de devolver los dineros, reconociendo que "voy a ser condenado porque yo cometí un error. Eso se llama estafa en el código penal". Además hizo hincapié en que cuando arrancó de Chile, lo hizo con 50 mil euros (unos $40 millones), de los cuales reintegró a los afectados $15 millones vendiendo activos.
Asimismo, anunció que pronto dará a conocer los detalles de un plan para dar solución en parte a quienes perdieron dinero. No obstante, recalca que él no se siente un estafador ya que ese tipo de persona, a su juicio, es alguien "que vive haciendo estafas. Yo me mandé una cagada (sic), que se llama estafa, por lo tanto estafé. Pero no he tenido esa conducta antes, ni la voy a tener después".
Antes de finalizar, Garay fue consultado por cómo quedó su relación de amistad con el periodista y uno de los principales afectados por sus delitos, Iván Núñez. Sobre el comunicador, el economista solo tuvo conceptos positivos declarando que "es uno de los mejores tipos que conozco. Además es un gran profesional. Fuimos muy amigos". Pese a que Núñez ya recuperó los $34 millones que había perdido por responsabilidad de Garay, el procesado se mostró apesadumbrado por "haber perdido probablemente a uno de los mejores amigos que tenía y a un gran tipo".