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Sin plan para San Ramón

Actualmente no hay políticas públicas para prevenir riesgos en accidentes geográficos como la falla de San Ramón.

Javiera Salinas

Miércoles 11 de julio de 2012

"En Chile sólo se responde a las catástrofes", explicó a 24horas.cl la arquitecta Ximena Bórquez, quien dirigió el estudio entregado a la Seremi de Vivienda y Urbanismo que reconoció a la falla de San Ramón como una formación geológica que está activa y puede provocar un sismo de magnitud 7,4 grados Richter.

La profesional explicó que el estudio -que demoró más de un año en realizarse- precisó aspectos de esta conocida falla y reconoció dos tipos de efectos diferentes en caso de que ésta se active: un sismo de alta intensidad y la ruptura de la superficie.

Lo llamativo, indica Bórquez, es que el movimiento que podría ocurrir es distinto al actualmente considerado en la norma 433, que regula el diseño sísmico de las edificaciones.

"La normativa está basada en un sismo originado en la costa, por el movimiento de las placas (...) Éste sería un movimiento cortical (de la corteza), por lo que tendría una duración menor, pero una frecuencia mayor. Es decir, menos tiempo pero un movimiento más fuerte", aseguró la arquitecta.

La recomendación, en este caso, sería que considere este tipo de sismos en la norma chilena.

En el caso de la ruptura de superficie, el estudio demostró que existe una franja de 300 metros de ancho donde, en caso de activarse la falla, existiría un desplazamiento de entre dos a cuatro metros en la corteza.

"Esto no se puede controlar con normas sísmicas", dijo a 24horas.cl la profesional y señaló que esta eventualidad debe considerarse en el plano regulador de Santiago y en los comunales.

"Lo ideal es no construir más viviendas en esa franja ni edificios que presten servicios, como hospitales, lo que presenta una difícil evacuación", agregó.

Bórquez agregó que la preocupación no sólo debe estar concentrada en las viviendas, sino también a las redes de infraestructura como los alcantarillados, gaseoductos, etc.

Las conclusiones del estudio también revelan que en el país no existen medidas de manejo previo a que una catástrofe ocurra. "No existen en Chile políticas públicas para manejar esas situaciones, sólo se responde a las catástrofes", aseguró.

El plano regulador de Santiago ha permitido que se construya en esta zona problemática, por lo que se estima que al reconocer como activa la falla y se impida intensificar la edificación, las viviendas que actualmente están emplazadas en esta zona puedan perder su valor.

Es lo que ha sucedido en la costa, donde la posibilidad de que haya un tsunami ha provocado que las casas bajen su avalúo, explica Bórquez.

La directora del estudio entregado a la Seremi recomendó que se adopten medidas como la que tiene Estados Unidos sobre la falla de San Andrés, donde se evita la construcción de viviendas y se exige a los propietarios de edificaciones que puedan correr riesgo informarlo al comprador.

"Debe aparecer esta franja en el plano regulador de Santiago para que pase a los comunales", argumentó Bórquez y añadió que quienes viven en la zona de la falla deben ser educados respecto de lo que puede suceder, pese a que no se puede determinar una fecha exacta de cuando ocurrirá el sismo.