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Terremoto licuó parte de Chile

Libro sobre el sismo que afectó al país aclara los problemas que generaron el movimiento telúrico y el posterior tsunami en más de 500 kilómetros.

Sebastian Marchant

Miércoles 11 de julio de 2012

Aunque parezca irreal es absolutamente cierto. Más de 120 sitios ubicados entre la región de Valparaíso a la región de Los Ríos se ‘licuaron’ el con el terremoto que afectó la madrugada del 27 de febrero de 2010.

Así lo detalla el libro Mw= 8,8 Terremoto en Chile (Mw: escala sismológica de magnitud de momento), editado por el departamento de de Ingeniería Civil de la U. de Chile que fue presentado este miércoles por sus autores.

El escrito aclara que esta licuación que sufrió gran parte de Chile fue que los terrenos sólidos en que estaban construidos casas, carreteras o edificios se ablandaron al perder resistencia a causa del mega sismo.  

El informe, que tiene más de 300 páginas, explica que  el mega sismo que abarcó 500 kilómetros de largo de magnitud Mw 8.8 y que el maremoto asociado duró 4 horas y media, con 7 u 8 ingresiones (ingresos del mar al continente).

El texto detalla: “El terremoto produjo la licuefacción (o licuación) en más de 120 sitios que se ubicaron dentro de una extensión aproximada de 800 kilómetros, desde La Calera hasta Valdivia. Esta distancia supera largamente la zona de ruptura del terremoto, que se ha estimado en 450 kilómetros”.

Además, aclara que la zona más afectada por esta licuefacción se extendió hacia el sur del epicentro más que hacia el norte. Por ello, explica el libro, los mayores daños se registraron en riberas de ríos y lagos, caminos, canales, viviendas, edificios, industrias, puentes, pasos a desnivel, puertos, estructuras cerradas como alcantarillas o estanques de bencina, publicó este miércoles el vespertino La Segunda.

Junto con describir los problemas que se presentaron y los daños que se generaron por el terremoto, el libro entrega un completo análisis de cómo se comportaron algunas edificaciones y los errores que se cometieron al momento de construir edificios y carreteras que resultaron destruidos por el sismo.

“Son observaciones importantes para que queden como enseñanza para el próximo terremoto. Entregamos una visión global que a dos años de haber ocurrido hace un análisis de lo que pasó, para ver cómo se están haciendo las cosas hoy y cómo se pueden mejorar”, explicó Rodolfo Saragoni, uno de los autores del libro.