Peleas con cuchillos y armas de fuego eran cotidianas en el pasaje Aillavilú, de la comuna de Santiago, pero una millonario inversión logró cambiarle la cara a una de las arterias más tradicionales del centro capitalino.
A pesar de tener al afamado restaurante La Piojera como el vecino más destacado, ésta era una de las zonas más abandonadas y peligrosas del barrio Mapocho.
Donde antes reinaban las prostitutas y locales nocturnos, ahora el comercio busca abrirse espacio.
$225 millones de pesos fue la inversión que realizó el municipio local para poder transformar a esta tradicional arteria. El siguiente paso es poder convertir este nuevo paseo en un polo turístico y comercial.
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