La empresa aseguradora Mapfre interpuso una millonaria demanda en contra del Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur por la presunta responsabilidad en el accidente ocurrido en noviembre de 2014, en donde un helicóptero de Carabineros resultó con graves daños tras ser impactado por un carro bomba.
El recurso judicial implica el pago de más de $3.500 millones por parte de los voluntarios, aseverando que estos cometieron una "negligencia inexcusable en la que incurrió el personal de la demandada, quien con grave infracción a las normas reglamentarias, que le imponían un conjunto de obligaciones y deberes de precaución, ingresó de un modo intempestivo e imprudente al perímetro o área de seguridad".
La situación fue ampliamente rechazada por Bomberos, quienes descartaron responsabilidad en el incidente aludido.
De hecho, aseveraron a través de un comunicado que "todas las investigaciones de tránsito y aeronáutica que ratificaron la ausencia de responsabilidad del conductor del carro de Bomberos B-3".
Agregó que la acción civil interpuesta "podría afectar sensiblemente las operaciones de emergencia en un vasto sector de la Región Metropolitana, poniendo en riesgo la prestación de servicios a los residentes y población flotante de las comunas de San Joaquín, Pedro Aguirre Cerda, San Miguel, Lo Espejo, La Cisterna y El Bosque, y también comprometería gravemente el exiguo patrimonio de bomberos".
José Manuel Wladdimiro Estay, superintendente del Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur, enfatizó que la institución "no es responsable del lamentable accidente", argumentando que la propia Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) destacara que la causa principal del hecho fue “no mantener una zona segura de operación para el helicóptero".