Dos sacerdotes jesuitas sancionados canónicamente por abuso contra menores que vivían en la Residencia San Ignacio, fueron trasladados del lugar.
La medida se adoptó debido a la presión de apoderados luego que el establecimiento informara que tres de sus sacerdotes fueron investigados y declarados culpables de abuso y transgresión de conciencia.
El hecho fue confirmado a través de un comunicado interno a la comunidad ignaciana, el que informó de un acuerdo entre la Dirección del Colegio San Ignacio Alonso de Ovalle, el Centro de Padres y la Compañía de Jesús, según consignó La Tercera.
Cabe destacar que los sacerdotes amonestados son Jaime Guzmán, quien cumple una sanción canónica desde 2012 y que enfrenta otra causa derivada al Vaticano; Raúl González, acusado en 2012, y Juan Pablo Cárcamo, denunciado en 2016 por hechos que no mantienen relación con menores de edad, sin ser apartado de la comunidad.
Tras recibir la información, el directorio del centro de padres sostuvo el 5 de junio una reunión con el rector del colegio, Marcelo Mackenney, y el capellán Gonzalo Contreras. En la instancia, se instruyó que el provincial de la compañía, Cristián del Campo, debía definir la estadía de los sacerdotes, determinándose finalmente alejarlos del recinto escolar.
La determinación se produce en un contexto donde la Iglesia Católica permanece en una profunda crisis, debido a las denuncias por abuso sexual a menores de edad que pesan sobre sacerdotes.
La situación se vio agravada cuando el ex canciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz Toledo, fue detenido y formalizado por siete casos de abuso sexual y estupro contra menores, lo que mantiene en alerta a los obispos debido a que se indaga un eventual encubrimiento por parte del claro.