Mientras en la Alameda se realizaba el acto cultural de todos los años conmemorando el "Día del Trabajo", más de 200 manifestantes irrumpieron en la principal arteria capitalina, para realizar destrozos y enfrentar a las Fuerzas Especiales de Carabineros.
Los manifestantes, algunos encapuchados y otros a rostro descubierto, participaron en la destrucción de señalética pública, paraderos del Transantiago y el saqueo de una sucursal del banco Itaú ubicada en la esquina de las calles República y Av. Libertador Bernardo O'Higgins. Desde esta última, extrajeron el mobiliario para provocar barricadas contra la fuerza pública.
Los disturbios dejaron una treintena de detenidos acusados principalmente por desorden público y ataque a Carabineros. Mientras tanto, una decena de efectivos policiales resultaron heridos.