Después de una ardua jornada de trabajo junto a vecinos del sector Bellavista de Tomé, en la Región del Biobío, el municipio cifró en 496 las personas damnificadas por el desborde del estero y en 142 las familias afectadas por la inundación.
Personal municipal entregó frazadas, colchones, carbón, cocinillas, canastas familiares, carbón, cloro y otros enseres básicos para enfrentar la emergencia.
El municipio sostuvo que la empresa Claro Vicuña retiró durante la tarde el material y elementos que habrían provocado la inundación.
Según la alcaldesa de Tomé, Ivonne Rivas, fueron estos elementos relacionados con la construcción de un puente en el lugar, lo que habrían impedido que el torrente siguiera su curso normal hacia el mar, anegando las viviendas.