En enero el 2007 comenzó el desembarco de los autos chinos a Chile, prometiendo menor precio y la misma calidad. Y aunque los primeros no cumplieron, sí lograron hacerse un espacio en el mercado y ganarse la confianza de los chilenos.
Según revelan expertos en el tema, los primeros vehículos de ese país asiático si bien tenían un diseño que llamaba la atención y precios comparativamente menores, les faltaba mucho desarrollo, lo que hoy en día ha mejorado considerablemente ofreciendo un gran equipamiento y tecnología.
Ya en el año 2013 llegaron a tener una participación del 11% del mercado total de venta de automóviles nuevos.
A pesar de todo esto, estos vehículos aún tienen una tarea pendiente en cuando a la duración, ya que en comparación con sus competidores están todavía un peldaño más abajo.