Se diseñó en Noruega y se construyó en nuestro país, aunque la tierra quiso otra cosa.
El buque científico "Cabo de Hornos", tras el terremoto que afectó a nuestro país en 2010, sufrió en carne propia la fuerza de la naturaleza.
Tras años de trabajo, el barco se encuentra operativo y puede cumplir múltiples tareas: ya sea rastrear antiguos naufragios o realizar estudios específicos en ámbitos como la pesca.
Estudiar la dinámica de los peces, es una de las tareas que -junto a académicos y estudiantes- el buque permite desarrollar, un presente radicalmente opuesto a lo mostrado en 2010, cuando, en su malogrado casco, el "Cabo de Hornos" lucía las cintas y adornos de un bautizo fallido.
Foto: TVN.