Los edificios que resultaron dañados tras el terremoto del 27 de febrero del año 2010 tomaron el carácter de emblemáticos.
Muchos tuvieron un destino muy diferente al abandono o la demolición, ya que fueron reparados y vendidos a un muy buen precio.
No obstante, muchos de sus ex propietarios confesaron haber quedado con un gusto amargo luego del proceso de negociación.
En el edificio "Emerald" de Ñuñoa, por ejemplo, la empresa Paz Corp ofreció a los propietarios devolver el dinero invertido, pero considerando el valor "en verde".
Además, hubo denuncias por la forma cómo algunos de los propietarios afectados decidieron transferir sus pólizas de seguros a un muy bajo monto.
Con más sobre los edificios terremoteados en el siguiente Reportaje 24.