"¡Bienvenidos a Alemania!". Cientos de vecinos de la ciudad alemana de Munich se acercaron este sábado a la estación de trenes para recibir con aplausos y vítores a los miles de inmigrantes y refugiados que, tras una odisea que los llevó a cruzar media Europa, alcanzaban así su destino final.
Los inmigrantes que llegaron son los primeros grupos de los cerca de 10.000 que atraversaron en la noche del viernes a Austria.
Muchos de ellos acamparon durante días en la estación de Budapest, en Hungría, de donde el gobierno les impedía salir.
Finalmente, las autoridades los trasladaron en autobús hasta la frontera con Austria, desde donde siguieron camino hacia Alemania.
Pero el número de migrantes sigre creciendo y buscando camino hacia Europa. Y muchos a través de la misma ruta.
"No es una emergencia, es una urgencia, pero no es algo que empieza y acaba en un día", declaró la jefa de la diplomacia europea, Frederica Mogherini.
Hungría ha dicho que enviará a la policía a su frontera sur a partir del 15 de septiembre para detener el flujo de refugiados, según la agencia Reuters.