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El aluminio, un metal que no deja de sorprender

Originalmente considerado un metal más caro que la plata, el aluminio es el tercero más abundante de la Tierra. Pero es posible que llegue el momento en que ya no sea necesario explotarlo: sólo reciclarlo.

Juan Jose Ulloa

Lunes 16 de diciembre de 2013

Hace 200 años, nadie sabía de la existencia del aluminio. Hoy está en todas partes: en latas, marcos de ventanas, envases e incluso carrocerías de automóviles.

Es un elemento con doble personalidad.

Puede parecer soso, pero es uno de los metales más reactivos de la tabla periódica.

"¡Los incendios de aluminio son aterradores!", exclama Andrea Sella, profesora de Química en la Escuela Universitaria de Londres.

"Cuando quemas aluminio, se produce un fuego muy, muy intenso", añade, en conversación con la BBC.

Desde ese punto de vista, puede que no sea ideal para la construcción de aviones, pero esta desventaja se compensa por su fuerza, flexibilidad y ligereza excepcional.

Del óxido al zafiro

El otro yo de este metal blando y maleable es el óxido de aluminio, que forma una lámina sobre el metal puro en el momento en que se expone al aire (y hace improbable que se incendie un avión).

Este óxido es tan duro, que se usa para hacer lijas y otros materiales abrasivos.

Y el cristal que se forma con este óxido, el zafiro, es la piedra preciosa más dura después del diamante.

Por ello, cada vez se fabrican más zafiros industriales enormes, apropiados para su uso en cristales a prueba de balas, ventanas de aeroplanos y pronto, pantallas de teléfonos inteligentes resistentes al rayado.

Algo tímido

Aunque el aluminio es el tercer elemento más abundante sobre la corteza terrestre, no fue aislado hasta 1825, y era tan escaso que durante décadas fue considerado más valioso que la plata.

La razón por la cual estuvo oculto tanto tiempo es que es demasiado reactivo para aparecer en su forma pura.

En cambio, se le encuentra como bauxita, un mineral de color marrón rojizo, llamado así por la ciudad francesa Les Baux, donde fue descubierto.

La bauxita se encuentra en todo el planeta y explotarla es la parte fácil. Mucho más complicado es extraer el metal. No fue sino hasta 1886 que un francés y un estadounidense lo lograron.

Hay que derretir la bauxita en otro mineral llamado criolita y someterla a corriente eléctrica, separando los átomos de oxígeno del aluminio. Se requieren cuatro toneladas de bauxita para producir una de aluminio.

El proceso es de alto consumo energético y, por lo tanto, costoso.

Pero el reciclaje del aluminio usa una fracción de la energía.

Ideal para el reciclaje

"Las latas de bebidas se pueden reciclar en 60 días, de modo que una lata de gaseosa vuelve a los estantes dos meses después", afirma Nick Madden, responsable de comprar metal en bruto para Novelis, el fabricante mundial más grande de hojas de aluminio laminadas.

Una vez que se recupera el metal, se puede volver a usar casi indefinidamente.

"Es uno de los pocos materiales genuinamente reciclables al 100%", le dice Madden a la BBC.

En teoría, puede que llegue el día en que se haya extraído todo lo necesario y se pueda simplemente seguir usando lo que ya se tiene.

"Si la demanda deja de aumentar y nos devuelven la chatarra de lugares en los que se usaba en el pasado, como en edificios, comenzará a reducirse el consumo primario", explica.

Aluminio sobre ruedas

Sin embargo, por ahora la demanda está creciendo. Los fabricantes de automóviles, por ejemplo, están en pos de carrocerías más ligeras, que implican mayor eficiencia de combustible, mejor aceleración y frenado y menos emisiones de carbono.

Novelis experimentó un incremento de 25% en la demanda de la industria automotriz el año pasado, en su mayoría de uno de sus más grandes clientes, Jaguar Land Rover, que empezó a manufacturar sus Range Rovers con aluminio.

El nuevo auto utiliza 25% menos de combustible, en parte porque su cuerpo es 39% más liviano, lo que ayuda a reducir el peso total del vehículo en 420 kilos.

"Eso es el equivalente a cinco personas", señala Nick Rogers, el director de línea de vehículo Range Rover.

En la actualidad, Novelis obtiene casi el 50% de su aluminio de la basura -latas vacías, chatarra de vehículos, restos de demolición- y está intentando aumentar esa cifra a 80% para 2020.

Uno de los retos es lograr que haya más aluminio en la cadena de reciclaje.

El que se continúe o se suspenda la extracción de bauxita de la Tierra dependerá de la proporción que se logre reciclar y de cuántos nuevos usos se encontrarán para este elemento, ya sea como el metal maleable y ligero o el duro y tremendamente resistente zafiro.