Click acá para ir directamente al contenido

¿Está Rafa Nadal mejor que nunca?

Ausente de las canchas durante meses y aquejado por una tendinitis en la rodilla, el tenista español acaba de ganar su segundo Abierto de EE.UU. y su 13° Grand Slam, algo que parecía imposible hace poco.

24Horas.cl TVN

Sábado 14 de septiembre de 2013

Redacción BBC Mundo

La increíble racha de Rafael Nadal en cancha dura ha inspirado la pregunta ¿será que los problemas en la rodilla han hecho del español un mejor jugador?

Nadal acaba de completar un asombroso retorno de su última lesión grave y ganó su 13° título Grand Slam al vencer al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, este lunes en la final del Torneo Abierto de Estados Unidos.

El marcador fue de 6-2, 3-6, 6-4 y 6-1, logrando su segundo título en este torneo.

Ciertamente, los meses fuera de juego y el dolor por una tendinitis en la rodilla derecha han sido un alto precio para el tenista, nacido en Mayorca hace 27 años.

Sin embargo, como resultado de tratar de acortar los puntos y proteger sus rodillas, un renovado y agresivo Nadal se ha anotado una seguidilla sin precedentes de 21 triunfos este año.

No sólo se ha recuperado, sino que ha logrado la hazaña de acumular 13 títulos Grand Slam.

Así queda consolida su posición entre los mejores de la ATP, algo difícil de creer cuando salió del Abierto de Australia en diciembre pasado, señala Piers Newbery, de la BBC.

Nadal finalmente regresó a la competencia en febrero, al escoger torneos de bajo perfil en canchas de arcilla en Chile, Brasil y México, donde, a pesar de ganar dos títulos, no resultaba convincente.

Al preguntársele si hubiera esperado seguir con una racha tan exitosa, Toni Nadal, su tío y entrenador, dijo a la BBC: "Jamás. No lo podía imaginar en diciembre, en enero, ni cuando fuimos a Viña del Mar o Sao Paulo.

"Tuvimos muchos problemas y no se me ocurrió que siete meses después Rafa podría estar donde está ahora".

Nadal se sintió más cómodo con la rodilla cuando fue capaz de deslizarse sobre su superficie favorita, la de arcilla. Las siguientes victorias en Barcelona, Madrid, Roma y -por octava vez- en el Abierto de Francia, fueron verdaderamente notables, pero sólo confirmaron que el más grande tenista sobre arcilla seguía reinando en esa superficie.

En cancha dura

La prueba real vendría en canchas duras, donde Nadal siempre ha sentido que sus rodillas sufren más que en arcilla.

"Sería fabuloso que algunos médicos crearan una opinión sobre eso, pero es una conversación que tuvimos cientos de veces en el pasado", dijo en Flushing Meadows.

"No hablo por mi generación, porque eso no va a cambiar, sino por las generaciones futuras, para las que sería mejor si ellos, la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), encontraran una solución".

"Las canchas duras siguen siendo, en mi opinión, demasiado agresivas para una carrera muy larga".

Nadal ya tiene tiempo en esto, habiéndose hecho profesional en 2001 a la edad de 15 años, pero con 13 Grand Slams en su haber y más cerca del final de su carrera.

"Hablamos de esto unos meses antes, cuando nos preparamos para la temporada", comentó Toni Nadal.

"Sabíamos que debía ser más agresivo por las rodillas, pero cuando uno piensa en jugar agresivamente, lo que te hace jugar así es la confianza".

"Sin confianza es imposible jugar agresivamente y tomar las decisiones correctas".

Hubo reportes de que Nadal ni siquiera competiría en las canchas duras de Indian Wells en marzo, seguido por la temporada europea en arcilla y luego en césped, pero no sólo jugó, sino que venció a Roger Federer, Tomas Berdych y Juan Martín del Potro para llevarse el título.

La describió como "probablemente una de las victorias más emocionantes de mi carrera".

Caída y auge

Y si su derrota en la primera ronda de Wimbledon ante el belga Steve Darciswas fue inesperada, no resultó completamente descabellada para quienes lo escucharon hablar poco después de su victoria sin precedentes en el Abierto francés.

"Trataré de llegar en buena forma a Wimbledon, y si no, miraré el resto de la temporada", dijo. Y así fue como la acumulación de partidos lo alcanzó y en Londres tuvo su segunda salida consecutiva antes de tiempo.

Con un intervalo de seis semanas en las canchas duras norteamericanas, Nadal llegó a Montreal funcionando a toda máquina y ganó a Djokovic en su camino al título, antes de seguirlo con su 26° campeonato en el Masters de Cincinatti.

Jugando desde atrás, apuntando a las esquinas, haciendo mejores servicios y adelantándose más que nunca para terminar los puntos en la malla, Nadal había agregado varias dimensiones a un juego que ya era demasiado bueno para la mayoría.

"Creo que uno puede jugar agresivamente cuando juega bien", afirmó la semana pasada. "Eso es lo primero y lo más importante".

"Es cierto que estoy tratando de tomar la pelota un poco antes, que he trabajado en mi juego para ser un poco más agresivo, pero al mismo tiempo es cierto que en el pasado, cuando jugaba bien en esta superficie, también tenía éxito".

Lo cierto es que Nadal ya había ganado cinco Masters, un Abierto de EE.UU. y un Abierto de Australia en canchas duras antes de este año, pero la victoria sobre Djokovic este lunes cerró con broche de oro siete extraordinarios meses, afirma Piers Newbery.

Y según Toni Nadal, no hay ningún misterio en el modo en que su sobrino enfocó la final.

"El deporte es muy simple, siempre", señaló. "Los periodistas, los medios, el público piensan que él debería hacer esto o lo otro. Para mí, es mucho más fácil".

"Uno debe jugar bien, nada más. Uno debe jugar muy bien".

"Y cuando uno quiere vencer a Novak Djokovic, debe hacer todo muy bien: un buen servicio, una buena devolución, un buen derechazo.

"Esto es tan simple. El deporte no es para hacer filosofía ni ciencia. Es fácil: jugar muy bien".