Los supermercados afectados han retirado los productos afectados.
Funcionarios de control de alimentos están investigando cómo carne de caballo se metió en hamburguesas a la venta en Gran Bretaña y la República de Irlanda.
En Irlanda se hallaron restos de ADN de caballo y cerdo en diez productos vendidos por varios proveedores de alimentos.
Uno de los principales supermercados de Gran Bretaña, Tesco, pidió disculpas a los clientes después de que las pruebas encontraran que una hamburguesa contenía casi un tercio de carne de caballo.
Los funcionarios aseguraron que no hay riesgo para la salud humana.
Los clientes que compraron los productos afectados recibirán un reembolso.