Se informó que tanto la CIA como el FBI estaban al tanto de la existencia del sospechoso de los atentados de Boston Tamerlan Tsarnaev al menos un año antes de los ataques, pero que ninguna de las agencias ahondó en sus averiguaciones iniciales.
Rusia había contactado a ambas agencias expresando preocupación que Tsarnaev era visto como un islamista cada vez más radical y podría haber estado planeando un ataque en Rusia.
Pero debido a que el FBI no pudo encontrar ninguna evidencia de una amenaza inminente contra Estados Unidos, el expediente fue cerrado.
La CIA también había puesto el nombre de Tsarnaev en una lista de vigilancia de personas potencialmente relacionadas con el terrorismo, pero partes de la información recibida de Rusia resultaron ser imprecisas.