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La mujer detrás de la locura (y el gran negocio) de las “fiestas al amanecer”

Radha Agrawal comenzó su carrera en Wall Street, pero pronto comenzó a odiarlo. Entonces dedicó su vida a empresas de impacto social. La más reciente: la moda de las danzas matutinas, que ha tomado varias ciudades del mundo, de Nueva York a Sao Paulo.

BBC Mundo

Miércoles 2 de noviembre de 2016

Radha Agrawal había hecho realidad lo que es el sueño de muchos.

En el 2001, luego de cuatro años de estudios y 11 entrevistas extremadamente duras, comenzó a trabajar como analista en un banco de inversión en Wall Street.

Un sueldo de seis dígitos fue como estar en la cima del mundo para una joven de 22 años, recién graduada de la universidad en comunicaciones.

Sin embargo, dos meses después vinieron los atentados del 11 de Septiembre.

Como muchas otras personas atrapadas en lo que vino después de esa tragedia, Agrawal se encontró así misma reexaminando sus prioridades en la vida.

"Fue en ese momento cuando comprendí que el misterio de la vida es que nunca sabes cuándo se va a terminar, y por eso tienes que perseguir ahora lo que te apasiona".

El comienzo de una carrera

Seis meses después que empezara a trabajar en su puesto de gran salario y mucho estrés en Wall Street, todo su equipo fue despedido como consecuencia de la crisis que siguió a los acontecimientos del 11-S.

Eso no le molestó. "Odiaba la banca de inversión. Fue la experiencia más perturbadora de toda mi vida", dice Agrawal, quien siempre quiso trabajar en la industria de la televisión y el cine.

Entonces logró un puesto como agente de ventas de publicidad para televisión, donde aprendió cómo vender y mercadear productos.

De ahí en adelante se convirtió en una suerte de emprendedora social en serie: su carrera se ha relacionado con cualquier cosa, desde ofrecer pizzas libres de gluten a las masas (mucho antes de que el gluten fuese una moda) hasta crear superhéroes de vegetales diseñados para ayudar a niños con problemas de nutrición.

Sin embargo, Agrawal es probablemente más conocida por su más reciente creación: las fiestas al amanecer, una comunidad que organiza reuniones multitudinarias al despuntar el día.

El movimiento ya alcanza 15 ciudades, incluyendo Nueva York, Toronto, Sao Paulo y la más nueva locación, Tokio.

A Agrawal siempre le gustó tomar los fines de semana para descansar e ir a bailar, pero ese no era el ambiente en Nueva York para el año 2013, donde mucha gente estaba enfocada simplemente en emborracharse, probar la droga que estuviese de moda y sus teléfonos celulares.

 

Una noche ella y su amigo Matt Brimer se lamentaban de que el que bailar ya no fuera una experiencia que atrajera a la gente como en el pasado.

"¿Qué pasaría si eliminamos todo esto y volvemos a lo básico, con baile, comunidad e interacción? ¿Qué pasaría si lo hacemos en la mañana, cuando todo el mundo tiene el tanque lleno de energía?", se preguntaron.

En ese momento nació la Fiesta al Amanecer: toda una comunidad que se reúne a bailar, sin alcohol o drogas.

De las 300 personas invitadas al primer encuentro en Nueva York, el 10 de diciembre del 2013, se presentaron 180.

Las lugares en que se celebran las fiestas incluyen clubes nocturnos, parques, cruceros e incluso catedrales. Tienen una duración de dos horas y comienzan con una hora opcional de yoga.

En menos de tres años la comunidad ya cuenta con 300.000 miembros.

De dónde viene cada idea

Agrawal cuenta que cada uno de sus proyectos pasa por dos preguntas. "¿Esto es algo que me apasiona? ¿Este es algo por lo que la gente sufre?".

Si la respuesta a ambas interrogantes es afirmativa, entonces es una idea en la que se involucra.

 

Y para hacerlos realidad cuenta con una red de amigos y familiares, especialmente su hermana melliza, Miki.

"Somos mellizas, así que estamos continuamente inspirándonos una a la otra", comenta Miki.

El entorno familiar también ha influido en el espíritu de los proyectos de Agrawal. Sus padres son primera generación de inmigrantes en Canadá (su papá de la India y su mamá de Japón).

Su padre siempre habla de la necesidad de dar, como parte fundamental del hinduismo y de su cultura.

"Continuamente nos motiva a probarnos a nosotros mismos, a él, a cada persona, si estamos sirviendo al mundo", dice.

Los emprendimientos con orientación social son una extensión de esa visión.

El tipo de proyectos

Con esa concepción familiar de la vida, el primer proyecto de Agrawal vino más por deseo que por necesidad: el de hacer una pizza más saludable en la ciudad de Nueva York.

"La idea fue darle un vuelco a la pizza, haciéndola libre de gluten, con la opción de colocarle extras orgánicos y salsas libres de azúcar".

Así inauguraron el restaurante Slice, la Comida Perfecta (ahora se llama WILD y tiene tres sucursales en Nueva York) hace más de una década. Para entonces mucha gente ni siquiera había escuchado el término "libre de gluten" o entendía muy bien lo que quería decir "orgánico".

A ese proyecto le siguió otro relacionado con comida, enfocado en la aversión de los niños por los vegetales.

Agrawal notó que cada vez que los niños iban al restaurante ordenaban siempre lo mismo: pizza solo con queso. Se propuso diseñar menús infantiles incluyendo vegetales en forma de superhéroes, cuya fortaleza proviniera de sus componentes nutritivos.

La idea fue todo un éxito y los niños comenzaron a pedir sus pizzas con vegetales, "para sorpresa de sus propios padres".

Eso llevó a Agrawal hacia una nueva dirección. Convirtió los superhéroes en una compañía multimedia llamada Super Sprowtz y obtuvo US$5 millones en inversión privada, para construir un programa educativo que ahora beneficia a más de un millón de niños a través de almuerzos escolares.

Ese programa cuenta con el respaldo de figuras públicas como Michelle Obama y Shaquille O'Neal.

Empresas simultáneas

 

Agrawal nunca completa un proyecto sin tener otro andando. Así que el siguiente paso fue abordar un problema que le era común.

Las mujeres emprendedoras tienen que ir de una reunión a otra, siempre corriendo, y cuando tienen el período deben estar atentas a no olvidar las toallas sanitarias y tampones.

Eso la llevó, junto a su hermana, a crear ropa interior a prueba del sangrado de la menstruación, llamada Thinx. Es absorbente, se puede lavar y reutilizar, y no necesita de toallas o tampones.

En el 2013 Thinx recaudó US$65.000 en fondo provenientes de amigos y familiares. Hoy es una marca global con 35 empleados y una alianza con AFRIPads, una empresa con sede en Uganda que fabrica toallas sanitarias que se pueden reutilizar.

"No es una experiencia perfecta"

A pesar de todos estos éxitos, también se enfrentado algunos tropiezos en el camino.

"No es una experiencia perfecta, como tampoco lo es una comunidad. Esta es una experiencia que cambia continuamente y evoluciona. En donde nos enfocamos es en ofrecer una hermosa producción, que es realmente una energía muy alta", explica Agrawal.

Para Agrawal no es una sorpresa que terminara como empresaria, a pesar de su temporada en la banca y de la insistencia de su padre en que se convirtiera en médico.

"Siempre digo que nunca hubiese podido tener un jefe. Ser empresaria es el único camino que había para mí, porque nunca me adapté a un molde. Siempre estuve en contra de los moldes".