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Las llamadas desde Chile que aterrorizaban en España

Cientos de españoles recibieron llamadas aterradoras sobre falsos secuestros de familiares. Las efectuaba una red de extorsionistas que tenía como base de operaciones una prisión de Santiago y que acaba de ser desmantelada.

24horas Administrator

Sábado 11 de abril de 2015

Los estafadores recurrían a efectos sonoros para aterrorizar a las víctimas e imitaban las voces de los presuntos parientes secuestrados.

-"Tenemos secuestrado a uno de tus hijos".

- "¿A quién?"

- "Al menor"

- "¿A Carlos?"

- "Sí a Carlos, le tenemos aquí con nosotros".

Llamadas telefónicas tan aterradoras como ésta fueron recibidas por cientos de personas en España a las que un grupo de extorsionadores chilenos les hacía creer que tenían secuestrado a un familiar.

Policías españoles desplazados a Chile identificaron y desmantelaron este viernes esta red que operaba desde una cárcel en la capital chilena, Santiago.

En casi dos meses, la policía recibió 162 denuncias. Tan sólo un 10% de ellas, es decir, 14 víctimas, hicieron efectivo el pago del supuesto rescate.

En estas llamadas, los falsos secuestradores les exigían de 350 a 5.000 euros por la liberación de un familiar (de US$371 de US$5.371), con lo que habrían obtenido así un total de 11.000 euros (US$11.662).

La mayoría de las víctimas eran personas de edad avanzada no habituadas a relacionarse en redes sociales ni entornos virtuales.

Se cree que los prisioneros actuaban con la ayuda de familiares y vecinos fuera de la prisión, que eran los encargados de recibir las transferencias de dinero.

Modus operandi

Su modus operandi consistía en efectuar llamadas indiscriminadas, tanto a teléfonos fijos como a móviles, de potenciales víctimas españolas y en el momento en que estas descolgaban el teléfono les comunican que su hijo/a está secuestrado/a.

A continuación, afirmaban que si querían volver a ver con vida a su pariente tendrían que pagar una determinada cantidad de dinero, acompañando la petición con expresiones como: "para evitar torturas" o "¿cuánto valoras cada dedo de tu hijo/a?".

Los estafadores recurrían a efectos sonoros para aterrorizar a las víctimas e imitaban las voces de los presuntos parientes secuestrados.

Para limitar la capacidad de reacción de las víctimas exigían el envío de la transferencia de modo inmediato.

La policía ha advertido del crecimiento de este tipo de delitos en España y ha advertido a la población que desconfíe de estas llamadas y las reporten de inmediato.