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Muerte de George H.W. Bush: la emotiva carta en la que el expresidente hablaba del dolor que le causó la pérdida de su hija Robin

Para el expresidente estadounidense fallecido el viernes, las cartas eran la forma ideal de comunicarse. En esta misiva que salió a relucir con motivo de su fallecimiento, revela el dolor que le causó la pérdida de su hija de tres años, quien murió de leucemia.

BBC Mundo

Jueves 6 de diciembre de 2018

George H.W. Bush era adepto a escribir cartas.

Para el expresidente estadounidense fallecido el pasado viernes a los 94 años de edad, las misivas eran la mejor forma de conectarse con sus amigos, familiares, colegas e incluso con sus enemigos.

Muchos de estos textos forman parte de sus memorias "All the best. My Life in Letters and Other Writings" (Te deseo lo mejor. Mi vida a través de mis cartas y otros escritos), publicadas en 1999.

Pero una carta en particular, en la que comparte con su madre la tristeza por la muerte de su hija de tres años Pauline Robinson "Robin", volvió a circular estos días en las redes con motivo de su deceso.

Robin falleció en 1953 después de una batalla de siete meses contra la leucemia.

Una ausencia presente

La Fundación Bush publicó fragmentos de la misiva grabados por la esposa de Bush, Bárbara Bush -también fallecida este año-, en 2012.

La carta, escrita cinco años después de la muerte de la pequeña, revela el dolor que Bush aún siente en ese momento por la falta de su hija.

George H. W. Bush
Getty Images
El expresidente estadounidense falleció a los 94 años de edad,

"Necesitamos una pequeña que pueda dar besos sin dejar rastros de huevo, dulce o goma de mascar", le dice Bush a su madre.

En ese momento, la pareja tenía cuatro hijos varones.

"Una vez tuvimos una. Ella peleaba y lloraba y jugaba y se ganaba un lugar igual que el resto, pero tenía una especie de suavidad. Era paciente. Sus abrazos eran menos inquietos", continúa el texto.

"Pero ella todavía está con nosotros. La necesitamos a la vez que la tenemos. No la podemos tocar y aún así podemos sentirla. Esperamos que ella esté en nuestra casa por un tiempo muy, muy largo", concluye la carta.

Pronóstico sombrío

Robin falleció a los tres años, siete meses después de que le descubrieran la enfermedad.

Su madre la llevó al pediatra después de que la niña se quejara de falta de fuerzas y, a los pocos días, la médica le dio la devastadora noticia: la niña padecía leucemia y no sobreviviría.

Robin permaneció siete meses en el hospital, donde le hacían regularmente análisis de médula y transfusiones de sangre.

Pero nada pudo salvarla. Robin murió el 11 de octubre de 1953.