La policía alemana se llevó una computadora y otras posesiones de las casas de Andreas Lubitz, el piloto que aparentemente hizo estrellar el avión de Germanwings en los Alpes franceses, matando a las 150 personas que iban a bordo.
Los investigadores dicen que ahora tienen más pistas, pero no ofrecieron detalles.
Mientras continua la pesquisa, se ha difundido que Lubitz tuvo que interrumpir su entrenamiento aéreo para recibir tratamiento psicológico por depresión, según se cree.
Entre tanto, las aerolíneas han comenzado a introducir nuevas medidas de seguridad tras la tragedia, entre las que se incluyen la obligación de que dentro de la cabina haya dos personas en todo momento.
Este ya es un procedimiento estándar en Estados Unidos, pero la asociación de la aviación alemana dijo que esperaba que sus miembros la empiecen a aplicar sin demora.
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