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Por qué la desaparición de Santiago Maldonado es tan polémica en Argentina

La tensión sigue creciendo en Argentina ante el caso de Santiago Maldonado, un joven que desapareció luego de una protesta de indígenas mapuches en el sur del país. El caso se ha vuelto un tema principal de campaña y un reto más para Mauricio Macri. BBC Mundo analiza qué hay detrás de la polémica.

BBC Mundo

Miércoles 30 de agosto de 2017

Daniel Pardo BBC Mundo

Cada día que pasa sin que se encuentre a Santiago Maldonado la polémica aumenta.

"¿Dónde está Santiago Maldonado?"

Argentina está por cumplir un mes preguntándose por el paradero de un mochilero de 28 años que al parecer desapareció durante la represión de una protesta de indígenas mapuche en el sur del país.

No solo políticos y organizaciones de derechos humanos han liderado una creativa y multitudinaria campaña de presión al Estado por Maldonado. También se han adherido celebridades, periodistas y académicos.

La pregunta, a veces enunciada en una frase como "Llegué a mi casa, me tomo un café, pero ¿dónde está Santiago Maldonado?", rompió récords en las redes sociales y está pegada en paredes por todo el país.

El fin de semana, incluso, equipos de la primera división del fútbol argentino salieron a la cancha cargando vallas gigantes con la famosa interpelación; la misma que llevaban las camisetas negras y blancas de algunos jugadores de la selección nacional cuando llegaron a Argentina el lunes.

A medida que pasan los días y las investigaciones judiciales siguen sin dar señales de certidumbre, la desaparición de Maldonado se ha ido convirtiendo en un tema de primer orden en Argentina.

Un tema que genera fuertes acusaciones, palabras e insultos de ambos lados de esa "grieta" que divide a los argentinos.

 

Un pasado trágico

La ONG Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) estima que durante la democracia –los últimos 35 años– en Argentina ha habido 210 desapariciones forzadas a manos del Estado o de organizaciones vinculadas a éste.

Antes, entre 1976 y 1983, Argentina vivió uno de los regímenes militares más violentos de la historia de América Latina, en parte porque la política de desapariciones de la junta militar fue muy agresiva.

Mientras las cifras del Estado reportan 9.000 desaparecidos en esos años, organizaciones de derechos humanos coinciden en alrededor de 30.000, una cifra que abrió una herida que quizá no esté del todo sanada.

Cuando se habla de desaparecidos a manos del Estado en Argentina, entonces, implícitamente se recuerda una historia trágica que decenas de organizaciones y millones de ciudadanos rechazan de manera categórica, eficiente y masiva.

Y se niegan a repetir.

 

Macri y los derechos humanos

Muchos argentinos cercanos a la izquierda y a la defensa por los derechos creen que el presidente actual, Mauricio Macri, un empresario de centro derecha, no ve los derechos humanos como una prioridad y que, con su llegada al poder, sectores conservadores encontraron una posibilidad de frenar o revertir los juicios y sentencias por las violaciones de la junta militar.

Aunque Macri rechaza cualquier acusación en ese sentido, sus declaraciones sobre el régimen militar no han sido siempre afortunadas ni del todo tajantes.

Macri, además, ganó la presidencia con una promesa de mano dura contra los cortes de avenidas en forma de protesta, una constante diaria que para muchos argentinos afecta la rutina, el trabajo y la producción nacional.

Su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha sido la encargada de esa política de contención y el caso de Maldonado, cuya presunta desaparición ocurrió durante enfrentamientos entre manifestantes mapuches y gendarmes, ha sido utilizado por la oposición para atacarlos.

Argentina vive actualmente una férrea campaña para elecciones legislativas y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que es candidata, ha sido la principal artillera en ese ataque visceral al "gobierno dictador".

 

Durante el mandato de Fernández, la política ante la protesta social fue más relajada. Pero, según la CORREPI, durante los tres gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015) también hubo desaparecidos: 70, en concreto.

De hecho, uno de los argumentos que usan los partidarios del gobierno –al parecer destinado a obtener una victoria en las elecciones de octubre– es que las únicas pruebas de que a Maldonado lo detuvieron los gendarmes son dos mapuches anónimos: activistas parcializados que pueden estar interesados en desacreditar al oficialismo.

Si bien las investigaciones judiciales ya catalogan la causa como una "desaparición forzada", durante este mes Bullrich ha intentado desacreditar a los mapuches y exonerar en la Gendarmería.

 

Lo único del caso Maldonado

Muchas de las desapariciones que han ocurrido en democracia en Argentina han suscitado hondas y agresivas polémicas, la mayoría de las cuales siguen aún abiertas e inundadas en interrogantes.

En algunas de esas causas se investigó y comprobó la actuación directa de policías en desapariciones forzadas, pero la de Maldonado ocurrió en medio de una protesta política de indígenas y fue reprimida por la Gendarmería, una fuerza de seguridad de naturaleza militar.

La última desaparición que causó polémica en Argentina fue la de Jorge Julio López, un albañil víctima de la represión durante el gobierno militar que desapareció en 2006 tras declarar en contra de un exrepresor.

Su caso es ahora recordado por quienes han querido hacer comparaciones entre los desaparecidos de cada gobierno, pero también por quienes piden condena para todas las desapariciones, sean de izquierda o derecha.

Todas han tenido sus particularidades y contextos. Ninguna, sin embargo, había ocurrido en la era de Facebook y Twitter.