Una nueva batalla se asoma por el horizonte para el técnico catalán Pep Guardiola. Ronaldinho, desechado por el exentrenador del Barcelona en 2008, es ahora la figura del Atlético Mineiro de Brasil que jugará contra el Olimpia de Paraguay la final de la Copa Libertadores.
El ganador representará a Sudamérica en el Mundial de clubes y casi se garantiza un eventual duelo contra Bayern Múnich, el actual equipo de Guardiola.
Se tratará de un partido especial para la estrella del fútbol brasileño, quien pese a transformar al Barcelona, ganar dos ligas y una Champions, tuvo que armar sus maletas tras el cambio en el mando del club catalán.
Los siguientes cinco años le dieron la razón a Guardiola, quien lo ganó todo en el banquillo del Camp Nou mientras Ronaldinho pasaba sin pena ni gloria por el Milan italiano.
Pero el balón siguió rodando y en los últimos 12 meses, tras regresar a Brasil, un rejuvenecido Ronaldinho se prepara para el asalto del mayor título continental en Sudamérica.
"Rey de Copas"
Atlético Mineiro tendrá que sortear una tarea que no se presenta nada fácil. Su oponente en la final de la Copa Libertadores es Olimpia de Paraguay, un equipo con tradición, resistencia y poder de ataque.
Tres veces campeón, Olimpia es conocido como el "Rey de Copas", arropado por una ferviente afición que copará las gradas del estadio Defensores del Chaco en Asunción para sacar ventaja en el partido de ida y encaminar su cuarta corona.
Olimpia debe aprovechar el aliento de su afición para sacar dar un paso hacia el título sudamericano.
Como la mayoría de los equipos paraguayos, Olimpia basa su juego en la entrega y la disciplina. Aunque un promedio de casi dos goles por partido en el torneo refleja que también cuenta con una interesante amenaza ofensiva.
El delantero Freddy Bareiro, ágil y peligroso, cuenta con el apoyo del uruguayo Juan Manuel Salgueiro, que combina muy bien su astucia en el campo con su habilidad con el balón. También está la opción de la corpulencia del argentino Juan Carlos Ferreyra, quien suele entrar cuando el equipo necesita un gol para aumentar la presencia en el área contraria.
Entrenado por una leyenda del club, como lo es Ever Hugo Almeida, Olimpia puede modificar su sistema y cambiar su planteamiento en base a lo que demanda el juego. Antes del torneo pocos lo consideraban un candidato, pero son justos finalistas.
Combinado de estrellas
Sin embargo, Atlético Mineiro es claro favorito. Los clubes brasileños cuentan con una clara ventaja financiera sobre sus rivales de otros países en el continente (lo que significa que no han cumplido con las expectativas de dominar en la Copa). Una diferencia que se magnifica en la final dada la situación de Olimpia, que sufre una crisis administrativa que ha afectado el pago de los salarios de los jugadores.
Bernard es una de las estrellas del Atlético Mineiro y del Brasil campeón de la Copa Confederaciones.
Por ejemplo está que durante el paréntesis que hubo por la Copa Confederaciones llegó una oferta desde México por el jugador Richard Ortíz, tal vez el mejor jugador de la temporada de Olimpia. Necesitados de dinero, el club se vio forzado a venderlo.
Mineiro, por su parte, cuenta con una plantilla de jugadores con renombre internacional, equilibrada y que apuesta por un fútbol atractivo, al estilo del técnico Cuça. La magia se encuentra en la mezcla que ofrece el pase y la visión de Ronaldinho con la velocidad y verticalidad de hombres como Bernard.
Entre ellos forman un arma letal. El veterano ofreciendo pases al vacío para la llegada del joven que aprovecha su rapidez e instinto para encontrar a la carrera balones que sortearon un laberinto de piernas contrarias.
Los delanteros son Jo y Diego Tardelli, ambos con experiencia en el fútbol europeo.
Los detalles del fútbol
Son nombres que han hecho de Atlético Mineiro el club más atractivo de Brasil en los últimos 12 meses, pero que también han contado con una dosis de suerte para sortear los obstáculos en el camino.
En octavos de final, Sao Paulo iba ganando 1-0 cuando se lesionó su delantero Aloisio. Su remplazante Ademilson falló todas las oportunidades que tuvo y de una ventaja que pudo ser de 4-0 o 5-0, Sao Paulo vio como su central más experimentado, Lucio, era expulsado.
Cambió el pulso del partido y Atlético Mineiro ganó fácilmente la eliminatoria (con marcador agregado 6-2).
Ronaldinho dio la asistencia y anotó el penal decisivo frente a Newell's Old Boys.
En cuartos, Tijuana de México fue superior en ambos partidos, pero no pudo conseguir la diferencia en el marcador.
En el tiempo de descuento del segundo juego, Tijuana tuvo un penalti a favor. El arquero brasileño se lanzó a su derecha, pero alcanzó a tocar el balón con sus pies y darle la clasificación al Atlético Mineiro por la regla del gol de visitante.
El sufrimiento fue similar en semifinales. Luego de haber sido claramente superado en Argentina por Newell's Old Boys, Ronaldinho y compañía se despedían del torneo cuando se fue la luz en el estadio. El juego se reanudó después de once minutos, tiempo suficiente para dar entrada a Guilherme, quien aprovechó un error en el despeje de la defensa para forzar la definición por penales.
En muerte súbita, Atlético Mineiro falló dos tiros seguidos, pero Newell's no supo aprovechar la oportunidad. Luego Ronaldinho anotó y el disparo de Maxi Rodríguez fue detenido por el portero Victor.
Es la fortuna que suele favorecer a un equipo campeón, como la que tuvo Olimpia en semifinales contra Santa Fe de Colombia, que tuvo hasta tres tiros en los palos.
Ahora falta esperar hacia donde se inclina la balanza entre Atlético Mineiro y Olimpia para determinar al próximo campeón del fútbol sudamericano.
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