El gobierno decidió enviar una reforma constitucional para perfeccionar el sistema de remuneraciones del Legislativo, iniciativa que ya ingresó a la Cámara de Diputadas y Diputados, y que considera terminar con el Consejo de Asignaciones Parlamentarias y dejar de equiparar el suelo de los parlamentarios a los de ministros de Estado. Frente a esto varios congresistas se han mostrado molestos por la decisión del Ejecutivo.
Desde el propio oficialismo, el senador Iván Moreira, dijo que "al gobierno al parecer le gusta jugar con fuego porque no creo que este sea el momento para un proyecto de esta naturaleza".
En ese sentido, afirmó que "siempre hemos estado abiertos a discutir todos los temas, votamos a favor del Consejo de Asignaciones que ya nos rebajó el 25% de nuestra dieta y habrá que discutir si efectivamente los ministros deben ganar más que un diputado o senador".
Estas iniciativas a poco tiempo de terminar un proceso de gobierno son curiosas, ya que ni siquiera formó parte de la Cuenta Pública del Presidente”.y el gobierno escoge un mal momento para ingresar esta iniciativa. Las rentas deben ser siempre coherentes con el mercado, con las funciones y responsabilidades de los distintos cargos en el país", aseguró el senador UDI.
En declaraciones a La Tercera, el diputado Francisco Undurraga, señaló que le "hubiera encantado se nos invitar a la discusión prelegislativa de este proyecto y no haber sido notificados pro buzón".
Asimismo, la senadora y candidata presidencial, Yasna Provoste, también criticó el momento en que se ingresa el proyecto: "Estas iniciativas a poco tiempo de terminar un proceso de gobierno son curiosas, ya que ni siquiera formó parte de la Cuenta Pública del Presidente”.
El proyecto contempla tres cambios troncales: incorporar al sistema de fijación de remuneraciones a los funcionarios de mayor rango del Congreso (secretarios, prosecretarios, tesorero, director de finanzas y biblioteca); posibilidad de eliminar el Consejo Resolutivo de Asignaciones, siendo reemplazado por una comisión especial; y terminar con una regla tácita que rige desde 1925 relacionada a que los sueldos de los parlamentarios sean iguales a los de los ministros.