Este domingo, se conoció una denuncia realizada por funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social, quienes aseguraron que la jefa de dicha cartera, Karla Rubilar, ordenó en horario laboral colaborar con ciertas acciones para la campaña a diputado de su pareja, el periodista Christian Pino.
De acuerdo al reportaje de T13, la secretaria de Estado ha hecho una serie de peticiones vía WhatsApp a sus colaboradores, pidiendo discreción para no ser vistos en ellas.
Al respecto, en conversación con el Canal 24 Horas, Alberto Precht, presidente de Chile Transparente, aseguró que lo exhibido "llama bastante la atención. Acá tiene que actuar la Contraloría de la República".
Además, frente a las pruebas exhibidas, Precht manifestó que "era bastante claro que sí había un apoyo constante al candidato en horario laboral".
En detalle, precisó que "hay normas expresas de la Contraloría y del Ministerio del Interior y que, aparentemente y más que aparentenemente han sido vulneradas (...) Hay un aporte que tiene que ser contabilizado. No sé si el candidato Pino va a contabilizar estos aportes o no".
Por otro lado, aseveró que de comprobarse dichas acciones "dudo que esto tenga una arista penal (...) por lo cual sí podría proceder una sanción sobre los funcionarios que estén involucrados, tanto por la utilización de recursos fiscales, que tiene que ver con la infraestructura y un computador. Hay que ver la interpretación que hace la Contraloría de los WhatsApp, como también falta de la probidad, que es algo más amplio".
Finalmente, señaló que es necesario tener la versión de ambas partes, ya que mientras el candidato negó los hechos en el mismo reportaje, la ministra no se ha referido al tema.
En tanto, el jefe de la bancada de la DC, Gabriel Ascencio, ofició a Contraloría para investigar la presunta intervención electoral de Rubilar, a favor de la candidatura de Pino.
Ante dicha situación, el parlamentario destacó que “lo que apreciamos y conocimos constituiría una abierta intervención electoral de parte de la ministra y de funcionarios de su Ministerio en favor de la campaña de su pareja, Christian Pino, aprovechando para ello la imagen institucional, recursos fiscales y a funcionarios públicos en pleno horario de trabajo”.
Ademas, enfatizó en que, de comprobarse las acusaciones, “puede entenderse como una presión a cometer estas mismas infracciones a aquellos funcionarios que sin querer ser parte de dicha campaña, hayan recibido instrucción directa de su jefatura, la ministra Rubilar, para apoyar en la campaña”.