Cumpliendo el acuerdo suscrito, la Comisión de Hacienda del Senado aprobó este miércoles en general la reforma tributaria.
La iniciativa que cambia el sistema impositivo fue respaldada por el oficialismo y la oposición, quienes destacaron los cambios que se realizaron al proyecto original.
Las interpretaciones respecto al "corazón" de la reforma, en tanto, fueron diversas.
"Estamos conformes de trasplantar el corazón de la reforma tributaria, era pésima y ahora es menos mala", señalaron en la Unión Demócrata Independiente (UDI).
El timonel de la Democracia Cristiana (DC), Ignacio Walker, por su parte, aseguró que "no se ha tocado el corazón de la reforma tributaria, que son los objetivosde la reforma en materia de recaudación, de justicia tributaria, de ahorro einversión, evasión y elusión y fin del FUT".
Asimismo, Walker aclaró que el Gobierno "no ha cedido a ninguna presión", sino que "ha ejercido un liderazgo".
Para lograr el acuerdo transversal, La Moneda debió eliminar la retención del 10% del total de las rentas atribuidas e incorporar un incentivo al ahorro para las compañías que lleven contabilidad completa y tengan ventas hasta 100.000 UF, en virtud del cual se les permitirá reducir de su base imponible (deducción como gasto) de primera categoría, un monto equivalente al 20% o 50%, dependiendo del caso.
Además, entregó una opción frente a la renta atribuida y elevó de 20 a 27% el impuesto que pagan las empresas, dos puntos más que la propuesta inicial.
Más allá de las indicaciones -que ahora deben ser votadas en particular en la misma comisión de la Cámara Alta- la reforma mantiene una recaudación de 8.200 millones de dólares y la eliminación del Fondo de Utilidad Tributaria (FUT)