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Gonzalo Navarrete reconoció que existe un serio problema político en el oficialismo que está repercutiendo en las distintas candidaturas. "Creo que tenemos un problema de transmisión de credibilidad", aseguró.

24Horas.cl TVN

Sábado 7 de octubre de 2017

El presidente del Partido Por la Democracia (PPD), Gonzalo Navarrete, analizó con perspectiva autocrítica las recientes diferencias al interior del Gobierno, las que a su juicio responden un problema de gestión que es necesario corregir pensando en las elecciones de noviembre próximo.

Recordando los capítulos del proyecto Dominga y las vacaciones de Mahmud Aleuy, manifestó que estas controversias se generan a partir que el Ejecutivo prescinde de la opinión y acción de todos los intervinientes.

 

"Ese punto, que nos pasa regularmente y que termina afectando nombres y apellidos, es el problema político que tiene el Gobierno. Finalmente, una decisión que me parece coherente no tiene una gestión política interna para que no haya daño al interior de las personas o las instituciones del Gobierno. No veo que el tema central es la debilidad o no que tiene Aleuy, sino que cuando tomas decisiones que no incorporan a todos los actores que tienen que ser parte de esa decisión, alguien queda herido y eso genera un daño político al propio Gobierno", sostuvo en entrevista con El Mercurio.

Reconociendo la gravedad del problema, explicó que "el principal problema que tenemos en este último tiempo es que la coalición no ha operado como coalición", escollo que dijo existir desde Jorge Burgos se incorporó a La Moneda.

"Entre los partidos, La Moneda y el Comité Político hoy día no hay un buen vínculo. Y eso hace que las decisiones que uno comunica al final, de las que no se es parte, tienes que improvisar. Y los partidos o los parlamentarios no pueden vivir en control de daños, tienen que ser parte de una gestión. Ahí tenemos un problema", expresó.

 

Futuro en las elecciones

El presidente del PPD advirtió que los problemas del oficialismo deben corregirse a la brevedad para que no termine repercutiendo en las próximas elecciones, escenario que admite ya se observa en las campañas.

"Cuando hay un déficit en la gestión política del Gobierno los candidatos de la centroizquierda terminan debilitados en su opción (...) Y cuando la centroizquierda lo que trasmite es que tiene una división al interior, la que gente te dice 'no tengo por qué creerte que lo vas a hacer bien, estoy de acuerdo con lo que quieren, pero no cómo lo hacen'. Creo que tenemos un problema de transmisión de credibilidad", confesó.

Por lo mismo, y pensando especialmente en las presidenciales, hizo un llamado al Gobierno para que juegue un rol activo en la segunda vuelta.

"La proyección de una mirada de país requiere que el Gobierno en la segunda vuelta se la juegue, porque no da lo mismo. Ahí la prescindencia desde el punto de vista del discurso y la articulación no es posible. El Gobierno no puede hacerse el desentendido", sentenció.