El empresario Gonzalo Vial se querelló contra Caval por el delito de estafa ante el Juzgado de Garantía de Rancagua.
Según indica el dueño de Graneles del Sur a través de la acción judicial, Natalia Compagnon y su socio, Mauricio Valero lo engañaron prestándole servicios por los que pagó mil millones de pesos.
A través del recurso legal Vial planteó que entre los servicios que contrató está la elaboración de informes respecto a un presunto fraude que acechaba a su empresa, esto fue directamente con Compagnon.
Posteriormente se unió al equipo de trabajo Mauricio Valero, quien "comenzó a ofrecerme realizar gestiones y trámites de dudosa legitimidad ante diversos servicios públicos, tales como el SII (Servicio de Impuestos Internos)", consigna Vial.
Ante esta situación el empresario optó por mantener la relación comercial sólo con Compagnon, quien a través de Caval lo asesoró con sus negocios mineros y portuarios, por lo que habría pagado mil millones de pesos.
Mediante la acción judicial Vial explica: “Caval ofreció sus asesorías, también, en temas de seguridad y detección de fraudes a través de expertos de su empresa y/o externos, razón por la cual, al poco tiempo comenzó a entregarme información y documentos, que daban cuenta de maquinaciones de ejecutivos, cuyo objeto aparente era defraudar a mi empresa".
Tras los pocos avances en la investigación, en marzo de 2013 Vial terminó su relación con Caval y contrató los servicios de Victorino Arrepol por recomendación de Compagnon.
Vial explica que Arrepol le confesó: “Él era quien había detectado actividades fraudulentas por parte de empleados a mi empresa, y para mi sorpresa, que en Caval se había manipulado la información que me entregaban sacando y/o poniendo información con el objeto, en definitiva, de obtener más dinero de mi empresa”.
Parte de lo que sustenta la acusación por estafa de Vial es que los informes que entregaba Caval serían copias de internet. "No son más que copias -a las que no se les cambió ni una coma-, obtenidas de trabajos publicados en la internet por terceros ajenos a Caval, varios de ellos, incluso, protegidos, por el derecho de propiedad intelectual", se consigna en la querella.
"Ha existido engaño, al atribuir, por parte de la señora Compagnon, la autoría de los informes referidos a Caval o, en su caso, a terceros contratados especialmente a estos efectos (...) Esta falsa representación de la realidad, a su turno, motivó el pago -disposición patrimonial-, de $ 1.000.000.000 por trabajos que nunca, en realidad, se realizaron", señala el empresario.
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