Herna Rosas llegó del sur a Santiago recién separada y con cinco hijos. Trabajó por años como asesora del hogar, período en que murieron dos de sus hijos y también uno de sus nietos. Ha sorteado cada uno de los obstáculos en su camino y hoy es la orgullosa emprendedora detrás de un local de comida mapuche.
La mujer adaptó su casa en la comuna de Puente Alto para comenzar un restaurante que lleve lo mejor de la comida mapuche a sus vecinos. Allí manipula porotos, papas, piñones, chicharrones y otros ingredientes para -con los mejores secretos del sur de Chile- hacer sus preparaciones.
Por estos momento sólo entrega para llevar, su rutina incluye levantarse a las cinco de la mañana y dormirse muy tarde para poder entregar todos sus pedidos. A sus 74 años está a cargo de su propio negocio, un proyecto que la mantiene con ganas de seguir avanzando.