El candidato presidencial independiente, Marco Enríquez-Ominami, habló en "Candidato, Llegó tu Hora" sobre su vida familiar y el costo de ser una figura política y reconocida en los medios, al igual que su esposa Karen Doggenweiler, con quien tiene dos hijas.
Si bien una de ellas no es su hija biológica, el candidato presidencial admitió considerarla como propia, especialmente porque la crio desde los 8 años. "Primero decir que voy a hablar de esto sin predicar, somos un matrimonio y una familia imperfecta, desastrosa y nos amamos", partió diciendo.
"Fernanda tiene dos padres, yo la considero mi hija, la conocí cuando tenía 8 años, y es una mujer fascinante que está viendo este programa desde Argentina y que amo y me tocó educarla. Muy difícil porque es una niña difícil, pero muy valiente y estoy orgulloso de que se autonomizó temprano", agregó.
"Nuestras hijas tienen una madre amada y un padre controversial"
Por otro lado, abordó el costo de la denuncia del caso SQM, una de las causas más emblemáticas por financiamiento irregular de campañas políticas en Chile, y que tuvo una repercusión en su familia.
"Ellas vivieron experiencias muy fuertes, que no voy a contar, pero muy difíciles, por culpa mía, porque era un padre que peleaba. Mira, Karen Doggenweiler es una mujer consensual, como son ustedes. Yo soy controversial", indicó.
"Por tanto, son hijas de un matrimonio imperfecto, ya lo dije, donde tiene una madre amada y un padre controversial. Pero si a la controversia le agregas la infamia, la mentira, a estas hijas les tocó y les pido disculpas todas las veces que haya que hacerlo, pero sé que que también habrán sacado lecciones, se habrán fortalecido, habrán comprendido cómo el ser humano en su crueldad, habrá servido para en fuerzas de endurecer", agregó.
