Hace diez años decidió tomar su cámara y recorrer el mundoplasmando en imágenes los lugares más recónditos y las diferentes culturas delglobo. Así ha transcurrido la última década de Claudio Iturra, periodista ydocumentalista tan apasionado por lo que hace, que emprendió el desafío de sersu propio jefe y transformarse en un ciudadano del mundo.
Este viajero que solamente al 2012 timbró su pasaporte conel sello de España, Kenia, Marruecos, Egipto, Bolivia, China, India y Rusia, notiene intenciones de dejar de recorrer.
Iturra quiere poner en el tapete la idea de que “la realidad que vivimoses una de miles que se pueden encontrar en el mundo”. La necesidad de dar aconocer estilos de vida tan diferentes a las personas sin acceso a viajar, es su motorconstante.
Si bien este trabajo es el que eligió y lo motiva, hay cosas que ha tenido que sacrificar para perseguir su sueño. Estar alejadode los afectos, la falta de estabilidad o exponerse a riesgos como el de sudetención en una comisaría de Egipto, son sacrificios con los que se acostumbró avivir.
En uno de sus viajes a Kenia pidió internet y le entregaronun mouse, reflejando la desconexión de los parajes que ha llegado a visitar.Anécdotas como esta son las que compartirá este hombre que gasta sus zapatos enparajes tan escondidos como fascinantes.