Consuelo Basoalto fue encuestada con la nueva fichasocial y hace más de un año que espera su nuevo puntaje, el que permitiríaacceder a muchos beneficios del Estado porque su vida cambió. Hace dos añosvivía con su marido y dos hijos, el hogar se financiaba con dos ingresos, porlo tanto su puntaje en la ficha CAS era alto. Su marido la dejó y ella trabajacomo asesora del hogar en la comuna de Maipú. Con su sueldo financia los gastos de su casa, y la educaciónsuperior de su hijo
Aspira a tener su casa propia y un negocio que lepermita independizarse y ganar más, pero no cuenta con los medios para hacerlo.Su única posibilidad es que el nuevo puntaje de la ficha social refleje sunueva situación. Así como ella, son miles los beneficiarios de programassociales que están en lo que la Asociación de Municipalidades definen como "ellimbo". Es decir no saben a qué beneficios pueden postular porque seinscribieron en la nueva ficha que todavía no se entrega.
El 30 de marzo del 2012 las autoridades anunciaron quese elaboraría un nuevo instrumento de medición para mejorar la transparencia,las eventuales injusticias y la calidad de la ficha anterior, lo que no haocurrido. A ello se suman problemas de información sobre los plazos del procesoy sobre la vigencia de la ficha antigua, situación que se refleja en lasrespuestas que entregan los municipios, encargados de encuestar y entregar losbeneficios.
La autoridad ministerial reconoce un problema deinformación en el proceso.
Un equipo de Esto No Tiene Nombre Centralencabezado por Chitsián Barreau como realizador y Mario Valenzuela comoproductor periodístico, investigó el retraso en la implementación de la nuevaficha social, estuvo en las casas de los afectados y conversó con la autoridadministerial que reconoce que existe un problema de información sobre esteproceso. También recogió el malestar de las municipalidades que deben enfrentarlos diarios reclamos de la gente que los responsabiliza por este retraso.